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SEGURIDAD ALIMENTARIA, HAMBRE EXTREMA. UN DESAFÍO PARA EL MUNDO

Alguna vez, hemos pensado en… ¿desabastecimiento alimentario?1… Ahora bien, vamos a pensar cómo hoy, en el siglo XXI, el sistema económico, el avance de la tecnología y los modelos de “desarrollo”, han facilitado la vida de millones de seres humanos a través de una cadena de valor y sectores que dividen las cargas de trabajo, pues sí, a través de la distribución de tareas, hemos dejado en el olvido la esencia, el legado, el origen y la importancia de la tierra en términos productivos para hacer parte de élites y grupos sociales que vislumbran lo superficial, siendo insensibles ante problemas fundamentales del medio ambiente, olvidamos un planeta rico, abundante en alimentos que también tiene sus límites y cargas, en dónde los gobiernos y nosotros, habitantes de la tierra, hacemos parte de una arista de inequidad, la especie que subvalora a sus semejantes, esos que hoy padecen de hambre extrema2.

Recordemos, cómo sociedad, hemos ido escalonando divisiones económicas en dónde la sectorización de un Estado y/o territorio, clasifica el área de desempeño y cómo somos productivos socialmente, revisando uno a uno sectores3-4 de la economía, en términos de producción y comercio, encontramos lo siguiente:

En el primario, damos reconocimiento al agro, lo forestal, la pesca, la siembra, esa obtención de alimentos verdaderamente indispensable para subsistir, pero curiosamente marginado por muchos; el secundario, hace alusión a la industria, a la transformación de elementos propios de la naturaleza paro luego dejar a disposición de las sociedades un producto final; el tercero, la economía de servicios en dónde a través de modelos de negocio, se sacian necesidades a los consumidores mediante la prestación de actividades comerciales; El cuaternario, aprovechamiento intelectual, investigación, ciencia y tecnología; un quinario, actividades con apoyo en nueva tecnología, organizaciones sin fines de lucro, actividad doméstica, algunas funciones públicas y otras.  

Ahora bien, es muy fácil acudir a la tienda o un supermercado para comprar el alimento y otros bienes que requerimos en el día a día para nuestra subsistencia, pero, ¿Qué pasaría si vas a ese lugar y no encuentras nada que comprar, nada que comer?, que tal un día despertar sin energía eléctrica, sin acueducto a causa de nosotros mismos, sobre todo, porqué el modelo irracional de un planeta sobrepoblado, dónde la concentración de la tierra y la riqueza está en manos de minorías, pone en entre dicho la seguridad alimentaria porqué siendo honestos, no somos autosuficientes y, en los actuales modelos de vivienda de la “jungla de cemento”, difícilmente cosecharíamos nuestra fuente de alimento del día a día.  

De hecho, la Organización de las Naciones Unidas (ONU)5, alertó sobre un posible aumento de la crisis alimentaria que afronta el mundo en algunos territorios aduciendo que, con el agravante del Coronavirus o COVID19 cómo una pandemia nunca antes vista, de no tomar medidas a tiempo, superaríamos la cifra de 135 millones de personas en hambruna o bajo inseguridad alimentaria severa, registradas durante el 2019, pasando a tener 265 millones expuesta a inseguridad alimentaria aguda.

Así mismo, son 55 países en dónde se presentan los indicadores más preocupantes considerando que albergan una cifra que ronda los 75 millones de niños con retraso en el crecimiento y 17 millones con delgadez excesiva a falta de alimentación. Con respecto a lugares y zonas de distribución geográfica caracterizadas concernientes a la distribución e inseguridad alimentaria severa, según informe de Michael Tewelde para la ONU, tenemos lo siguiente:    

“Más de la mitad, alrededor de 73 millones, de los 135 millones de personas afectadas viven en África; 43 millones viven en Oriente Medio y Asia; 18,5 millones viven en América Latina y el Caribe… Si nos referimos exclusivamente a Latinoamérica, Venezuela aparece en el cuarto lugar con la mayor crisis alimentaria del mundo, con 9,3 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda y necesitadas de asistencia urgente. En los cuatro países del Corredor Seco centroamericano (El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua), la sequía ha dejado a 3,2 millones pasando hambre, mientras que, en Haití, la crisis política y socioeconómica empeoró la inseguridad alimentaria extrema, con 3,7 millones de personas afectadas”6.

Seguidamente, para entender cuáles son los detonantes8 de la hambruna por el mundo, es fundamental comprender que estos tienden a originarse en países en donde la brecha de desigualdad social es bastante amplia; también en aquellos con democracias inestables, países en dónde la corrupción ocupa líneas del primer nivel, o que decir de vacíos o fallas del sistema educativo lo cual conduce a un comportamiento en ocasiones rebelde y poco cooperativista. Contemplados estos breves postulados, no sobra decir que las crisis alimentarias según los últimos estudios, se encuentran rodeadas de factores que las impulsan tales cómo los conflictos internos, fenómenos meteorológicos e inestabilidad de modelos económicos.

Los conflictos a nivel de tierras, por lo general generan desplazamientos masivos de las comunidades más vulnerables las cuáles tienen que experimentar el inicio de una nueva vida comenzando desde cero y dejando a un lado temas del orden humanitario, por ejemplo, durante el 2019, fueron 77 millones de personas en inseguridad alimentaria aguda, especialmente aquellos pertenecientes a los territorios de la República Democrática del Congo y Sudán del Sur.

Con respecto a fenómenos meteorológicos, son muchos los países afectados ya que el cambio climático, ha conllevado a la pérdida de cosechas, retraso en los procesos y afectación en el sector primario de la economía, de este modo, puede decirse que fueron 34 millones las personas afectadas a causa de una inconsciencia ambiental y víctimas de la contaminación desmedida del ser humano en la tierra ya que las afectaciones son segmentadas, dispares y, en ocasiones de forma indirecta sobre grupos sociales que no dependen exactamente de la tierra.

Para cerrar el tema de líneas o factores detonantes de las hambrunas, las turbulencias económicas afectaron alrededor de 24 millones de personas en Guatemala, Haití, Pakistán, Zambia y Zimbabwe. Aunado a ello, agregar que el pronóstico no es alentador para el año 2020 considerando que gran parte de los estudios y postulados expuestos obedecen al año 2019, en donde se arrojó la cifra aproximada de 135 millones de personas con inseguridad alimentaria severa pero que, a causa del Coronavirus o COVID19 y de no tomar medidas de contención responsables, a finales del 2020, podemos llegar a contemplar un informe sobre la temática expuesta con 130 millones de nuevos afectados por la hambruna en el mundo para un aproximado de 265 millones de personas en crisis a causa de las teorías expuestas y la recesión económica.

Para Concluir, según David Beasley (Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos), “821 millones de personas se van a la cama con hambre en todo el mundo”, tema que es difícil comprender si nunca se ha vivido, pero, que también aguarda solución por parte de otros, pues a partir de una supuesta detección de una lamentable realidad, se espera pasar de los estudios a las acciones, coberturas y estrategias que recorten el problema que distancia grupos poblacionales a falta de un mínimo vital o una vida digna.

Finalmente, debe dejarse a un lado el egoísmo, los egos, hallar o postular una teoría enmarcada dentro de un verdadero sistema idealista que garantice el goce y disfrute pleno de riquezas naturales bajo un equilibrio entre actores que, con fuerza de trabajo, bajo un manto de equidad y justicia, solo tengan hambre extrema para ayudarse entre hermanos.     

Por: Carlos Arturo Castañeda García

Vicepresidente Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales

Para la Edición No. 483 Revista Civismo – Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales

Bibliografía:

  1. Artículo basado en informe Organización de las Naciones Unidas ONU. Referenciado, 6:30 CAFÉ. 22/04/2020 
  2. https://news.un.org/
  3. DNP. (2000). Lista de gremios empresariales colombianos, de cobertura nacional, según sector económico.
  4. Banrepcultural – Sectores Económicos – Significados.com/Sectores-Económicos/
  5. La pandemia del coronavirus puede duplicar el número de personas que padecen hambre extrema 21/04/2020
  6. Informe de Michael Tewelde para la ONU – News.un.org
  7. Y 8. Detonantes: Conflictos, Fenómenos Meteorológicos, Turbulencias Económicas (Tewelde – ONU)  

ARBOLEDA CALDAS. ACUERDO DE PAZ Y MEMORIA COLECTIVA

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Que decir del bipartidismo enfermizo predominante durante años en Colombia, o solo el último periodo de una violencia configurada desde la década de 1940 hasta la actualidad, en donde hemos sido testigos de diferentes acontecimientos como el exterminio de líderes e intelectuales, la conformación de grupos al margen de la Ley, el narcotráfico, la corrupción, entre otros males, esos que conocemos y aun nos aquejan, aquellos que no abordaremos por ahora en detalle por su extensa cronología de hechos, o tal vez porque en las calles de Manizales, hoy la tertulia viene acompañada de diferentes posturas, de una realidad que oscila entre acuerdos de paz y memoria colectiva remembrando hechos acaecidos y más representativos de la región, como aquel ocurrido el 29 de julio del año 2000 en Arboleda, corregimiento de Pensilvania – Caldas.

El departamento de Caldas, a lo largo de su historia siempre se ha caracterizado por la riqueza natural, ubicación geoestratégica y ser un fortín para visionarios, no en vano las guerras civiles, la disputa sobre el margen del Río Chinchiná entre ejércitos del Cauca y Antioquia en el siglo XIX1 ya era uno de los precedentes que impulsaron de manera indirecta el desarrollo de la “ciudad de las puertas abiertas”2.

No menos importante, documentarán los libros de historia que un 29 de julio del año 2000, siendo alrededor de las 09:00 AM, los frentes 9 y 47 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al mando de alias “Rojas” y alias “Karina”, con un grupo del cual se especula era superior a los 300 guerrilleros, dieron inicio a un hostigamiento que duraría más de 36 horas.

Un balance de la acción terrorista documenta 16 personas asesinadas3, entre ellas 13 miembros de la Policía Nacional, 3 civiles, un desaparecido, destrucción total de la iglesia, estación de Policía, casas aledañas y en términos generales puede hablarse de un 80% del casco urbano del corregimiento de Arboleda afectado. Aun hoy, se recuerda con nostalgia hechos sucedidos hace unos diecisiete años, los cuales, esta zona del departamento de Caldas espera no volver a experimentar ya que “el horror del momento trae consigo la nostalgia del mañana”.

De otra parte, en los campos de Colombia existe una población optimista ya que, desde hace más de 50 años, han escuchado estridentes sonidos de conflicto hoy apaciguados, aquellas “guerras amparadas bajo ideologías cambiantes”, despropósitos que han vulnerado derechos fundamentales de seres humanos que siempre han albergado una luz de esperanza sin importar la violencia configurada desde hace décadas.

De igual modo, si puede hablarse de una cronología de hechos donde las decisiones tomadas por diferentes gobiernos han sido cruciales para configurar diferentes contextos de éxito y fracaso en acercamientos con grupos al margen de la Ley, tenemos multiplicidad de escenarios en nuestra evocación patria, pero solo hasta el 27 de agosto del año 20124, el presidente JUAN MANUEL SANTOS CALDERÓN, anunciaría los acercamientos dados para entablar diálogos con el grupo terrorista de las FARC, convirtiéndose en una de las acciones más trascendentales en la historia de la nación ya que el 24 de noviembre de 2016, se firma el acuerdo final para la terminación del conflicto en el Teatro Colón de Bogotá.

De esta manera, como era de esperarse, no faltaron las críticas por parte de algunos sectores de la sociedad ya que consideraban que era inconcebible sentar a la mesa un grupo que aún no cesaba acciones delictivas (algo comprensible), pero desde otra perspectiva, siendo sensatos, “las guerras son afluentes de lágrimas que alimentan mares de miseria”, para el caso de Colombia, no existía en aquel momento un comparativo con precedentes de una guerrilla tan antigua en el mundo como las FARC (fundada un 27 de mayo de 1964)6; esto, era el génesis de un laboratorio del conflicto y la experiencia compartida, tal vez un modelo de aplicación casuístico que ahora puede ser replicado en escenarios alternativos de la comunidad internacional bajo observación de las conocidas misiones de verificación de la ONU7.

Ahora bien, cuántas familias sacrificaron su tranquilidad, conmocionaron su paz interior al saber que sus hijos divagaban en medio del conflicto, sobre todo, aquellos pertenecientes a las clases menos favorecidas ya que, muchos críticos y dirigentes de la vía negociada con un grupo al margen de la ley, nunca habitaron zonas donde predominaba el terrorismo, ese…“sembrado en los campos, abonado con la indiferencia dirigente y, cosechado en algunas ciudades bajo un reproche imperdonable por parte de algunos sectores”… ese señor de la violencia, motivado en un centralismo nocivo que emana olvido hacia determinadas regiones… pues mucho menos, dirigentes políticos habrían empuñado un fusil para la guerra o, ¿acaso darían a sus hijos un espaldarazo para marchar a fortalecer los héroes anónimos encargados de velar y persistir por el “cese de la horrible noche”8?.

Bajo las anteriores reflexiones, que fácil es opinar cuando nuestros seres queridos son ofertados “como carnada al conflicto” promovido por afanes indolentes, con intereses económicos y politiqueros. Con esto, simplemente incitar a la tolerancia y la realización de un análisis bajo uno de los tantos aportes dados por nuestro ilustre caldense HUMBERTO DE LA CALLE LOMBANA (Ex – Jefe del Equipo Negociador del Gobierno) quien nos enseñó 15 principios de paz9 basados en las siguientes líneas:

  1. Es posible ponerle fin al conflicto mediante la solución política
  2. Una solución solamente militar, es larga y dolorosa
  3. Las víctimas son la justificación ética del diálogo (… podemos evitarlas…)
  4. La solución jurídica debe cobijar los distintos actores
  5. La reparación es esencial (simbólica, espiritual y también material)
  6. La verdad es el punto de partida de la reconstrucción del tejido social
  7. El perdón es decisión personal, la sociedad no puede estancarse en el rencor
  8. Olvidar el campo es un error económico…
  9. Participación política (fortalecimiento en democracia – ampliación política)
  10. El fin del conflicto es crucial para superar el problema de las drogas
  11. La reinserción debe hacerse en un marco de dignidad
  12. 50 años de duración y más de 6 millones de víctimas
  13. La paz va más allá del silencio de los fusiles
  14. La financiación de los acuerdos exige el aporte de todos, el cual a su vez es un incentivo para la cooperación internacional
  15. Una paz firme debe ser un propósito que incluya a todos los colombianos

Entonces, puede inferirse la importancia de la voluntad política, aquella que diezme la confrontación bélica gracias a las lúcidas ideas encaminadas a evitar el sufrimiento de nuestras familias, hay que estar dispuestos a no poner más víctimas, ya que por medio de una vía jurídica, puede obtenerse una reparación que tal vez no satisfaga las necesidades de los grupos sociales, un resarcimiento espiritual y material que no compense el sacrificio de nuestros mártires pero que definitivamente concluya un circulo de violencia.

Bajo los principios de verdad, en realidad puede generarse una motivación hacia el perdón, al menos mitigar un rencor y así originar construcción de tejido social, ahí juega un papel trascendental la institucionalidad colombiana ya que en realidad hay que recobrar el campo, hacerlo productivo y restituir al campesino un medio de subsistencia digno bajo un manejo responsable de la economía que no tente hacia la acción de lo ilícito, pues han sido más de 50 años de violencia en donde ya se vislumbra el ocaso de uno de sus principales actores (las FARC) y, tal vez haya reconfiguraciones del conflicto pero es una realidad la reinserción de miles de ex combatientes.

Retomando nuestra vertiente inicial del caso Arboleda Caldas, muchas familias fueron víctimas del desplazamiento forzado, talvez por la presencia marcada de grupos al margen de la ley, buscaron controlar zonas estratégicas como corredores de movilidad táctica para la lucha subversiva; esto, vendría acompañado de diferentes acciones como el narcotráfico, la extorsión, homicidios, reclutamiento forzado, entre otros.

Los ingredientes despreciables de la violencia, provocan una efervescencia de hechos lamentables que propician un ataque atroz en contra de la población civil, la institucionalidad y la opinión pública, a manera de ejemplo, (Caso Arboleda en Pensilvania Caldas con 4.686 habitantes). También es lamentable, la no presencia del Estado a través de su oferta porque el olvido, provoca un germen de barbarie que se ampara en supuestas causas ideológicas de grupos irregulares que promueven una lucha armada.

A nivel normativo, en el caso de Colombia, el 10 de junio de 2011 se da vida a la Ley 1448, “mediante la cual se dictaron medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y otras disposiciones”, reglamentada por los Decretos 4800 de 2011 y 3011 de 2013, en donde se aclara que el objeto es: establecer un conjunto de medidas judiciales, administrativas, sociales, económicas, individuales y colectivas en beneficio de las víctimas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1º de enero de 1985…

Por ello, concluiremos diciendo que si la Ley es la esperanza, aquella reparación integral debe abarcar las necesidades y garantías para la población víctima del conflicto dentro de un manto holístico de dignidad, ya que quienes alguna vez empuñaron las armas, tendrán oportunidades a una vida de sana reinserción, pero el desarrollo se consolida dignificando la labor del campo como estrategia complementaria hacia el fortalecimiento de tejido social, donde habitantes como los de La Arboleda, puedan dar pasos de reconciliación y de perdón.

Por: Carlos Arturo Castañeda García

Publicado para la Edición No.472, Revista Civismo de la Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales – ISSN 1692-2719

Bibliografía:

  1. https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_civil_colombiana_de_1860-1862
  2. Apelativo de Manizales
  3. http://www.unidadvictimas.gov.co/es/oferta/arboleda-caldas-cura-sus-heridas/14859
  4. http://es.presidencia.gov.co/noticia/160925-Especial-Cronologia-del-proceso-de-paz-entre-el-Gobierno-de-Juan-Manuel-Santos-y-las-Farc
  5. http://es.presidencia.gov.co/discursos/161124-Intervencion-del-Presidente-Juan-Manuel-Santos-en-el-acto-de-la-Firma-del-Nuevo-Acuerdo-de-Paz-con-las-Farc
  6. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-14038305
  7. http://nacionesunidas.org.co/naciones-unidas/que-es-la-onu/
  8. http://www.himnonacionaldecolombia.com/letra/
  9. http://www.acuerdodepaz.gov.co/15-principios-de-paz
  10. Ley 1448 de 2011 – Decretos 4800 de 2011 y 3011 de 2013
  11. Foto panorámica la arboleda.
  12. Foto Acuerdo Dejación de Armas: http://especiales.presidencia.gov.co/Documents/20160926-lafelisidad/portada.html
  13. Imágenes Google