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SARCASMO, ELECCIONES Y CONTRADICCIONES

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Y entonces, algo escueto… “que el país no lo arregla nadie, que esto sigue igual, que todos son corruptos, que la historia se repite, los mismos con las mismas, ¿Cuánto están dando por ese voto? ¿hay refrigerio, dinero en efectivo, almuerzo, tamal o lechona?… no queremos a los políticos, pero si los vemos, son los doctores (as), más respetables en la sociedad”, pero en realidad, el problema no es político, es la politiquería y malas prácticas promovidas desde las consciencias corrompidas… se acercan las elecciones, a pesar de las lecciones, nos negamos a conservar la buena memoria, es lamentable el desapercibido castigo reflejado en las urnas cuando visualizamos las contradicciones del constituyente primario, el conflicto en la moral de nuestro pueblo amado cuando no oxigena la clase dirigente.

Si bien, podemos comenzar el abordaje de un proceso electoral bajo una línea de tiempo que traiga a colación los “Mecanismos de Participación Ciudadana”, haremos un paréntesis dentro del discurso, aquel que parece repetitivo, pero aparentemente aún no hemos entendido que en realidad, la solución de los problemas sociales, tiene un eje de superación fundado en el pilar de la educación, aquella que conduce al razonamiento de un ser humano propositivo, analítico y objetivo en la toma de decisiones, esa formación que comienza desde el seno del hogar donde se forjan los principios del amor, la ética, la moral, los valores y dota al ser de herramientas para crecer en un medio evolutivo de lo económico, psicológico, social y emocional por tan solo citar algunos fragmentados ámbitos.

De esta manera, expresar que lo íntegro comienza en casa, pues la familia juega un rol preponderante alineado con destacados pensadores de la ideología política, mejor aún, la Constitución Política de Colombia retoma una síntesis representada en el artículo 42: “La familia es el núcleo fundamental de la sociedad… El Estado y la sociedad garantizan su protección integral…”1 así, fiel a los principios, se originará una fuerza superior en la democracia, esa participativa y pluralista que no debe adormecer en la ignorancia a sus asociados, pues al empoderar las masas con el conocimiento, llegarán los líderes que en verdad el pueblo se merece, esos que tomaran las riendas para la articulación de presupuestos en pro del desarrollo de los territorios, así, memoremos acuñadas frases donde “el pueblo es superior a sus dirigentes”2 Gaitán, 1903-1948.

Entonces, haciendo alusión a nuestra Constitución Nacional (C.N.), Título I De Los Principios Fundamentales, el artículo I, reza que: “Colombia es un Estado Social de Derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista…”3 preámbulo relevante teniendo presente que tenemos mecanismos de participación ciudadana que muchas veces desconocemos, aquellos que deben empoderar a la ciudadanía para regular la acción ejercida desde las ramas del poder público (Legislativa, Ejecutiva y Judicial)4, componentes esenciales para velar por la garantía de derechos fundamentales y, una acertada herramienta de participación ciudadana en escenarios que vayan en contravía de intereses generales.

De esta manera, pertinente nombrar el Título IV C.N. de la Participación Democrática y de los Partidos Políticos, ARTÍCULO 103, dice que: “Son mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato”5.

Ahora bien, ¿cómo entender explícitamente cada una de las herramientas de las cuales la ciudadanía tiene que empoderarse para saber elegir? o porque no, usted respetado ciudadano, ser elegido… pues memoremos amargas experiencias en las hegemonías dentro de la administración de lo público, pero ¿cómo evitar las contradicciones que la sociedad dice repudiar por temas como la malversación de recursos que atentan contra la salud, la educación, la infraestructura y por ende un conjunto de ideales en el país que todos soñamos?

Por lo anterior, vamos a repasar cada una de las formas de participación ciudadana como un ejercicio sano dentro de una democracia, pues siendo sensatos, tenemos la libertad para elegir y ser elegidos, pero el libre albedrío dentro del poder del sufragio, implica una gran responsabilidad de estar informados omitiendo las apreciaciones de medios parcializados, pues a través de la Tecnología de la Información y las Comunicaciones, hoy en día es mucho más fácil entender los planteamientos ideológicos de candidatos apremiando o castigando el discurso y la acción. De igual manera, teniendo como referente la “Constitución Política de Colombia, la Ley 134 de 1994, los aportes de Jorge (2002) y Banrepcultural web”6, citaremos textualmente definiciones entorno a:

El Voto: Herramienta de participación ciudadana que permite elegir a una persona, una ley y/o apoyar una decisión en medio de un colectivo humano… el ciudadano colombiano elige de manera activa a las personas que considera idóneas para su representación en las instituciones del Gobierno (Presidencia, Vicepresidencia, Cámara de Representantes, Senado, alcaldías, gobernaciones, concejos distritales y municipales, alcaldías locales).

El Plebiscito: El plebiscito es el pronunciamiento del pueblo convocado por el Presidente de la República, mediante el cual apoya o rechaza una determinada decisión del Ejecutivo.

El Referendo Es la convocatoria que se hace al pueblo para que apruebe o rechace un proyecto de norma jurídica o derogue o no una norma ya vigente.

El Referendo Derogatorio y Aprobatorio: herramienta mediante la cual se pone a consideración de la ciudadanía la derogación o aprobación de una ley, una ordenanza, un acuerdo o una resolución local.

La Consulta Popular: herramienta mediante la cual se plantea una pregunta de carácter general sobre un asunto de trascendencia nacional, departamental, municipal, distrital o local, por parte del presidente de la República, el gobernador o el alcalde, para que los ciudadanos se pronuncien al respecto.

El Cabildo Abierto: es la reunión pública de los concejos distritales, municipales y de las juntas administradoras locales, con el objetivo que los habitantes puedan participar directamente en la discusión de asuntos de interés para comunidades.

La Iniciativa Popular: es el derecho político de un grupo de ciudadanos de presentar proyectos de ley y de acto legislativo (que pretende reformar la constitución) ante el Congreso de la República, de ordenanza ante las Asambleas Departamentales, de acuerdo ante los Concejos Municipales o Distritales y de resolución ante las Juntas Administradores Locales (JAL), y demás resoluciones de las corporaciones de las entidades territoriales, de acuerdo con las leyes que las reglamentan, según el caso, para que sean debatidos y posteriormente aprobados, modificados o negados por la corporación pública correspondiente.

La Revocatoria Del Mandato: es un derecho político por medio del cual los ciudadanos dan por terminado el mandato que le han conferido a un gobernador o a un alcalde.

Seguidamente, una vez repasados algunos Mecanismos de Participación Ciudadana para el caso de Colombia, es claro que, como habitantes del territorio, desconocemos y/o simplemente preferimos evitar la molestia de actuar empoderados por el bienestar colectivo; de hecho, algunos seres sociales manifiestan un magno estupor por temas de carácter político.

De igual manera, las lecciones de regímenes del poder nos deben direccionar a tener presente la expresión: “involúcrate con la política o ella terminará involucrándose contigo”7, siendo esta, una reflexión aplomada y acertada. A manera de ejemplo, considerando el proceso natural, desde el nacimiento, ya somos sujetos de derecho, la Registraduría Nacional del Estado Civil en Colombia, es uno de los primeros contactos por no ser extremista y pensar que la medicina está regulada por hechos netamente políticos más allá de lo científico y que decir de la familia como institución, de ahí en adelante, toda la institucionalidad dentro de un Estado como el colombiano, obedece a normas consensuadas o talvez controvertidas en el sano y acalorado escenario del debate público.

En contraste, si es día de elecciones no debemos olvidar ejercer nuestro derecho al voto acompañado de un arsenal de sanos principios que hagan quite al discutido y controvertido escenario de la corrupción. Los indolentes corrompen con dinero comprometiendo los derechos, el bienestar y desarrollo de los pueblos…tengamos presente que quienes los hacen, no van por nada bueno, pues el escenario debe ser de ideas donde se controvierta por medio de argumentos y planteamientos la oposición dentro de una crítica constructiva, no visceral que divida a la ciudadanía entendiendo que somos un solo país, en el caso de la hermosa Colombia, llevamos décadas divididos, no olvidemos que somos un solo objetivo para mostrarnos al mundo como una de las repúblicas más bellas sobre la tierra no solo por la riqueza natural, pues estamos a tiempo de invertir en el progreso de la infraestructura de nuestros marginados pueblos.

Finalmente, si analizamos un poco las líneas compartidas, hemos hecho un repaso moderado carente de ideologías cerradas y específicas ya que, si de partidos se trata, algunos supuestamente promulgan nortes de: liberalismo, conservatismo, socialismo, comunismo, nacionalismo, anarquismo, entre otras. Tal vez todas tendrán matices positivas y negativas, porque queda claro que la construcción de territorio parte de un propósito consensuado en donde primen intereses generales sobre particulares, una máxima del derecho que no debe acuñarse como un simple término, pues debe impregnarse la acción constante y constructiva de una comunidad que progrese en su conjunto en donde la libertad, sea un valor supremo y la calidad de vida un factor dentro de una basta y densa riqueza para la felicidad de los pueblos.

Por: Carlos Arturo Castañeda García

Publicado para la Edición No.474, Revista Civismo de la Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales – ISSN 1692-2719

Bibliografía:

• Artículo 42, Constitución Política de Colombia. 1991.
• Frase acuñada por el caudillo Jorge Eliecer Gaitán Ayala.
• Constitución Nacional, Título I De Los Principios Fundamentales
• Constitución Política de Colombia, Artículo 113.
• Constitución Nacional, Capítulo 1 De Las Formas De Participación Democrática.
• C.N. Ley 134 de 1994. Jorge (2002). Banrepcultural web.
• Derechos Reservados de autor. No recordación.
• Caricatura Mico
• Portada frase Platón http://www.libros-books-amazonia.com

ARBOLEDA CALDAS. ACUERDO DE PAZ Y MEMORIA COLECTIVA

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Que decir del bipartidismo enfermizo predominante durante años en Colombia, o solo el último periodo de una violencia configurada desde la década de 1940 hasta la actualidad, en donde hemos sido testigos de diferentes acontecimientos como el exterminio de líderes e intelectuales, la conformación de grupos al margen de la Ley, el narcotráfico, la corrupción, entre otros males, esos que conocemos y aun nos aquejan, aquellos que no abordaremos por ahora en detalle por su extensa cronología de hechos, o tal vez porque en las calles de Manizales, hoy la tertulia viene acompañada de diferentes posturas, de una realidad que oscila entre acuerdos de paz y memoria colectiva remembrando hechos acaecidos y más representativos de la región, como aquel ocurrido el 29 de julio del año 2000 en Arboleda, corregimiento de Pensilvania – Caldas.

El departamento de Caldas, a lo largo de su historia siempre se ha caracterizado por la riqueza natural, ubicación geoestratégica y ser un fortín para visionarios, no en vano las guerras civiles, la disputa sobre el margen del Río Chinchiná entre ejércitos del Cauca y Antioquia en el siglo XIX1 ya era uno de los precedentes que impulsaron de manera indirecta el desarrollo de la “ciudad de las puertas abiertas”2.

No menos importante, documentarán los libros de historia que un 29 de julio del año 2000, siendo alrededor de las 09:00 AM, los frentes 9 y 47 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al mando de alias “Rojas” y alias “Karina”, con un grupo del cual se especula era superior a los 300 guerrilleros, dieron inicio a un hostigamiento que duraría más de 36 horas.

Un balance de la acción terrorista documenta 16 personas asesinadas3, entre ellas 13 miembros de la Policía Nacional, 3 civiles, un desaparecido, destrucción total de la iglesia, estación de Policía, casas aledañas y en términos generales puede hablarse de un 80% del casco urbano del corregimiento de Arboleda afectado. Aun hoy, se recuerda con nostalgia hechos sucedidos hace unos diecisiete años, los cuales, esta zona del departamento de Caldas espera no volver a experimentar ya que “el horror del momento trae consigo la nostalgia del mañana”.

De otra parte, en los campos de Colombia existe una población optimista ya que, desde hace más de 50 años, han escuchado estridentes sonidos de conflicto hoy apaciguados, aquellas “guerras amparadas bajo ideologías cambiantes”, despropósitos que han vulnerado derechos fundamentales de seres humanos que siempre han albergado una luz de esperanza sin importar la violencia configurada desde hace décadas.

De igual modo, si puede hablarse de una cronología de hechos donde las decisiones tomadas por diferentes gobiernos han sido cruciales para configurar diferentes contextos de éxito y fracaso en acercamientos con grupos al margen de la Ley, tenemos multiplicidad de escenarios en nuestra evocación patria, pero solo hasta el 27 de agosto del año 20124, el presidente JUAN MANUEL SANTOS CALDERÓN, anunciaría los acercamientos dados para entablar diálogos con el grupo terrorista de las FARC, convirtiéndose en una de las acciones más trascendentales en la historia de la nación ya que el 24 de noviembre de 2016, se firma el acuerdo final para la terminación del conflicto en el Teatro Colón de Bogotá.

De esta manera, como era de esperarse, no faltaron las críticas por parte de algunos sectores de la sociedad ya que consideraban que era inconcebible sentar a la mesa un grupo que aún no cesaba acciones delictivas (algo comprensible), pero desde otra perspectiva, siendo sensatos, “las guerras son afluentes de lágrimas que alimentan mares de miseria”, para el caso de Colombia, no existía en aquel momento un comparativo con precedentes de una guerrilla tan antigua en el mundo como las FARC (fundada un 27 de mayo de 1964)6; esto, era el génesis de un laboratorio del conflicto y la experiencia compartida, tal vez un modelo de aplicación casuístico que ahora puede ser replicado en escenarios alternativos de la comunidad internacional bajo observación de las conocidas misiones de verificación de la ONU7.

Ahora bien, cuántas familias sacrificaron su tranquilidad, conmocionaron su paz interior al saber que sus hijos divagaban en medio del conflicto, sobre todo, aquellos pertenecientes a las clases menos favorecidas ya que, muchos críticos y dirigentes de la vía negociada con un grupo al margen de la ley, nunca habitaron zonas donde predominaba el terrorismo, ese…“sembrado en los campos, abonado con la indiferencia dirigente y, cosechado en algunas ciudades bajo un reproche imperdonable por parte de algunos sectores”… ese señor de la violencia, motivado en un centralismo nocivo que emana olvido hacia determinadas regiones… pues mucho menos, dirigentes políticos habrían empuñado un fusil para la guerra o, ¿acaso darían a sus hijos un espaldarazo para marchar a fortalecer los héroes anónimos encargados de velar y persistir por el “cese de la horrible noche”8?.

Bajo las anteriores reflexiones, que fácil es opinar cuando nuestros seres queridos son ofertados “como carnada al conflicto” promovido por afanes indolentes, con intereses económicos y politiqueros. Con esto, simplemente incitar a la tolerancia y la realización de un análisis bajo uno de los tantos aportes dados por nuestro ilustre caldense HUMBERTO DE LA CALLE LOMBANA (Ex – Jefe del Equipo Negociador del Gobierno) quien nos enseñó 15 principios de paz9 basados en las siguientes líneas:

  1. Es posible ponerle fin al conflicto mediante la solución política
  2. Una solución solamente militar, es larga y dolorosa
  3. Las víctimas son la justificación ética del diálogo (… podemos evitarlas…)
  4. La solución jurídica debe cobijar los distintos actores
  5. La reparación es esencial (simbólica, espiritual y también material)
  6. La verdad es el punto de partida de la reconstrucción del tejido social
  7. El perdón es decisión personal, la sociedad no puede estancarse en el rencor
  8. Olvidar el campo es un error económico…
  9. Participación política (fortalecimiento en democracia – ampliación política)
  10. El fin del conflicto es crucial para superar el problema de las drogas
  11. La reinserción debe hacerse en un marco de dignidad
  12. 50 años de duración y más de 6 millones de víctimas
  13. La paz va más allá del silencio de los fusiles
  14. La financiación de los acuerdos exige el aporte de todos, el cual a su vez es un incentivo para la cooperación internacional
  15. Una paz firme debe ser un propósito que incluya a todos los colombianos

Entonces, puede inferirse la importancia de la voluntad política, aquella que diezme la confrontación bélica gracias a las lúcidas ideas encaminadas a evitar el sufrimiento de nuestras familias, hay que estar dispuestos a no poner más víctimas, ya que por medio de una vía jurídica, puede obtenerse una reparación que tal vez no satisfaga las necesidades de los grupos sociales, un resarcimiento espiritual y material que no compense el sacrificio de nuestros mártires pero que definitivamente concluya un circulo de violencia.

Bajo los principios de verdad, en realidad puede generarse una motivación hacia el perdón, al menos mitigar un rencor y así originar construcción de tejido social, ahí juega un papel trascendental la institucionalidad colombiana ya que en realidad hay que recobrar el campo, hacerlo productivo y restituir al campesino un medio de subsistencia digno bajo un manejo responsable de la economía que no tente hacia la acción de lo ilícito, pues han sido más de 50 años de violencia en donde ya se vislumbra el ocaso de uno de sus principales actores (las FARC) y, tal vez haya reconfiguraciones del conflicto pero es una realidad la reinserción de miles de ex combatientes.

Retomando nuestra vertiente inicial del caso Arboleda Caldas, muchas familias fueron víctimas del desplazamiento forzado, talvez por la presencia marcada de grupos al margen de la ley, buscaron controlar zonas estratégicas como corredores de movilidad táctica para la lucha subversiva; esto, vendría acompañado de diferentes acciones como el narcotráfico, la extorsión, homicidios, reclutamiento forzado, entre otros.

Los ingredientes despreciables de la violencia, provocan una efervescencia de hechos lamentables que propician un ataque atroz en contra de la población civil, la institucionalidad y la opinión pública, a manera de ejemplo, (Caso Arboleda en Pensilvania Caldas con 4.686 habitantes). También es lamentable, la no presencia del Estado a través de su oferta porque el olvido, provoca un germen de barbarie que se ampara en supuestas causas ideológicas de grupos irregulares que promueven una lucha armada.

A nivel normativo, en el caso de Colombia, el 10 de junio de 2011 se da vida a la Ley 1448, “mediante la cual se dictaron medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y otras disposiciones”, reglamentada por los Decretos 4800 de 2011 y 3011 de 2013, en donde se aclara que el objeto es: establecer un conjunto de medidas judiciales, administrativas, sociales, económicas, individuales y colectivas en beneficio de las víctimas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1º de enero de 1985…

Por ello, concluiremos diciendo que si la Ley es la esperanza, aquella reparación integral debe abarcar las necesidades y garantías para la población víctima del conflicto dentro de un manto holístico de dignidad, ya que quienes alguna vez empuñaron las armas, tendrán oportunidades a una vida de sana reinserción, pero el desarrollo se consolida dignificando la labor del campo como estrategia complementaria hacia el fortalecimiento de tejido social, donde habitantes como los de La Arboleda, puedan dar pasos de reconciliación y de perdón.

Por: Carlos Arturo Castañeda García

Publicado para la Edición No.472, Revista Civismo de la Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales – ISSN 1692-2719

Bibliografía:

  1. https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_civil_colombiana_de_1860-1862
  2. Apelativo de Manizales
  3. http://www.unidadvictimas.gov.co/es/oferta/arboleda-caldas-cura-sus-heridas/14859
  4. http://es.presidencia.gov.co/noticia/160925-Especial-Cronologia-del-proceso-de-paz-entre-el-Gobierno-de-Juan-Manuel-Santos-y-las-Farc
  5. http://es.presidencia.gov.co/discursos/161124-Intervencion-del-Presidente-Juan-Manuel-Santos-en-el-acto-de-la-Firma-del-Nuevo-Acuerdo-de-Paz-con-las-Farc
  6. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-14038305
  7. http://nacionesunidas.org.co/naciones-unidas/que-es-la-onu/
  8. http://www.himnonacionaldecolombia.com/letra/
  9. http://www.acuerdodepaz.gov.co/15-principios-de-paz
  10. Ley 1448 de 2011 – Decretos 4800 de 2011 y 3011 de 2013
  11. Foto panorámica la arboleda.
  12. Foto Acuerdo Dejación de Armas: http://especiales.presidencia.gov.co/Documents/20160926-lafelisidad/portada.html
  13. Imágenes Google